jueves, 26 de enero de 2012

CAPÍTULO CUARTO ~ Crecer


    La noche pasó bastante lenta, no dormí bien de lo nerviosa que estaba y daba vueltas y vueltas por la cama de forma inquieta. Por la mañana tenía una cara horrible, así que necesité un kilo de maquillaje para parecer una persona “normal” (Si es que eso se podía conseguir en mí). 



    Elegí un modelito casual, pero muy bonito un jersey de entre tiempo, hecho de lana finita, con escote cruzado en tonos verdes y amarillentos, que dejaba buen lugar para colocar un colgante en plata, con forma de corazón que me había regalado mi madre al empezar el instituto. Y un pantalón de strecht con una tonalidad amarillenta parecida a la del jersey y terminado con unos zapatos de “chúpame la punta” en tonos verdes. Me recogí el pelo de manera discreta, sujetando únicamente la parte delantera, y dejando así mi larga melena caer sobre mis hombros y espalda.


    A las 12 ya salí de casa, preparada para  el tiempo que tuviera que esperar con mi libro, mi móvil y dinero para pagar mi comida.  Llegué a allí muy pronto...
 
    
    Me senté en un banquito delante de la tienda de disfraces. Como quedaba más de media hora para la una, me puse a leer. 



    Dieron la una en el reloj de la plaza, Daniel aún no llegaba. Me levanté para comprarme algo de comer, mientras tanto y me volví a sentar a esperarle.



    La una y media... Me parecía raro que tardara tanto. Saqué el móvil del bolsillo y marque su número. 


 “El teléfono al que llama está apagado en este momento, inténtelo de nuevo más tarde”

-    Vaya, que extraño que se retrase - pensé... Y volví a sacar el libro.

    Las dos de la tarde, volví a marcar el número....



“El teléfono al que llama está apagado en este momento, inténtelo de nuevo más tarde”

   ¿Y si le había pasado algo? Me puse nerviosa... Y en ese momento sonó el teléfono.
-    ¡Es él! – Pensé y contesté a toda velocidad, sin siquiera mirar la pantalla -  ¿Dígame?


-    Silver, hija. ¿Dónde estás? ¿No piensas venir a comer? Son más de las dos. – Dijo mi madre de carrerilla y sin dejarme hablar. (Maldición, se ve había olvidado decirle que no iba a comer).

 
 

-    Perdona mamá, es que tenía que ir a comprar una cosa. – Respondí mirando el reloj, las dos y cuarto – Pero ya voy para allá, si no me quieres esperar, no pasa nada.

    No había venido... 

    Recogí mi libro y me fui a casa. No podéis imaginaros mi desazón en aquel momento. Con lo ilusionada que estaba y la vida volvía a darme otro mazazo más. 



    Tras aquel día, seguí llamando al número de teléfono de Daniel. Nunca se volvió a encender... 



    Mi vida era un desastre… estaba muy desanimada y sin ganas de nada…
 

    Sentía como si mi mente se nublara, y esa niebla bajara hasta mis ojos, me inundara la vista y me provocara enormes ganas de llorar…


    Era como si el techo fuera a desplomarse en mi cabeza en cualquier momento, incluso a veces tenía la sensación de esperar que eso ocurriara y hasta desearlo…



    Que se abriera un agujero bajo mis pies y me tragara para siempre, total nadie se daría cuenta, ya que nadie reparaba en mi presencia… No quería seguir… quería quedarme allí en la cama para siempre…


    Seguía yendo a clase, gracias a mi madre… Con el tiempo cada vez estudiaba más horas, ya que cuando lo hacía se me olvidaba el desgarro que sentía en mi corazón, que incluso dolía físicamente… Se supone que los sentimientos son producidos por nuestro cerebro y que escogemos el corazón como expresión de los mismos, pero realmente a mí, me dolía el pecho y me destruía por dentro toda esa pena que estaba sobrellevando…



    Para hacerla desaparecer un poco, aparte de estudiar y leer… 


    Escribía… escribía todo lo que sentía… historias melancólicas, poesías tristes… lo que me salía…



    Aquellos años los recuerdo… como los peores de mi vida…

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    Bueno pues este es el fin de la primera parte... Espero que este capítulo os haya gustado... bueno... más que gustado... que os haya llegado... 

   Se trataba de sorprender y de emocionar, no sé si lo habré conseguido...

   Y como se acaba esta parte, os dejo una fotito especial de recuerdo, con todos los personajes que han aparecido más o menos... hasta ahora... (Solo falta Laskmi, la madre de Silver...)

   Muchos besos y espero que sigais leyendo.
 
 

8 comentarios:

  1. Muy guay el capitulo. Que le habrá pasado a este chico, con lo encantador que era y la deja plantada.

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    1. Realmente era encantador???

      Esa es una gran incognita... a lo mejor solo era un capullo más en este mundo jajajaja

      Gracias por leer Alexia!!!

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  2. !Qué decepción! Y yo que creía que iba a pasar algo con él... aunque me huelo que más adelante ese Daniel aparecerá de nuevo para hacer algo importante jejeje.
    Esperando el siguiente con ganas ^^
    Saludos!!

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    1. No sé si le usaré de nuevo...

      Ya veremos...

      Gracias por leer Sugar!!

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  3. Jo...pobrecita Silver, menudo plantón, con lo ilusionada que estaba. Pero algo ha tenido que pasar, es rarísimo que su móvil dejase de funcionar y desapareciese de ese modo. Si fuera un capullo más simplemente habría pasado de cogerle el móvil, no creo que se lo hubiese cambiado.

    Ains esperemos a ver que pasa y como le va a la pobre a partir de ahora, tiene pinta de que pasará un tiempo por lo que dice Silver.

    ¡Espero más prontito! ¡Besos!

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    1. Asi es... asi es...

      Pasa algun tiempo... vereis a Silver como realmente es, ya que por ahora, solo son sus recuerdos de adolescente :D

      Gracias por leer Ali!!!!!!

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  4. Pobre Silver,la vida sigue dándole palos y no se los merece.
    ¿Que le habrá pasado a Daniel? no veo lógico que la plante de esa manera sin que le haya sucedido algo.
    Espero el siguiente capítulo, bss

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