miércoles, 1 de febrero de 2012

CAPÍTULO QUINTO (Segunda Parte) ~ Apariciones


     Y por fin llegó el viernes por la tarde, cogimos las maletas y nos fuimos para allí, la capital de Caimar, Sirap, no era demasiado grande, un pequeño pueblecito de pocos habitantes. 

 

    Escogimos un hotelito con encanto muy mono en el centro del pueblo, delante de la plaza. Aquella noche dormimos en el restaurante del hotel y al día siguiente hicimos varias excursiones por allí…

 



    Fuimos al museo, donde había muchas estatuas y vasijas interesantes, las esfinges egipcias eran preciosas, y los dragones chinos eran una autentica belleza, igual que la decoración Caimarina, muy sutil pero muy animada.

 



    Después a destilería de vino, aquello si que fue divertido, ya que Jack se empeñó en probar a pisar las uvas para hacer el vino y ahí estuvo dale que te pego a las uvas, y claro se calló varias veces y terminó perdido de zumo de uva hasta las orejas, nos tocó volver al hotel a que se cambiara. Yo me lo pasé muy bien, me reí mucho y para que mentir, esos musculos no se ven todos los días...




     Por la noche dormimos en el camping que tenían preparado para ello los del hotel, fue una velada muy romántica, pasamos hora charlando, asamos nubes en la fogata del campamento y nos acurrucamos en el fuego hasta casi quedarnos dormidos.

 



     El domingo antes de volver a casa, nos sentamos en la terraza de la cafetería del hotel  hacía un día magnifico, con un sol esplendido. Jack me estaba contando, que Brian le había llamado y le había dicho que cuando volviéramos le avisáramos que tenía que enseñarnos el proyecto terminado con las fotos incluidas...

 


-    Me ha llamado Brian, está muy contento con el proyecto – empezó a decir…- Y quiere vernos esta tarde.
-    Me parece perfecto, así le conta… mos… - Algo me cortó a mitad de la frase, ahí detrás de los edificios le vi – Me perdonas un momento cielo… ahora vengo.

 



     Me levanté de la silla y fui hacia donde me pareció verle. De verdad que le había visto, no me lo había imaginado, era Daniel. Aquel muchacho que me hizo vivir una de los peores momentos de mi vida. Aquel muchacho que me había hecho odiarlo con todas mis fuerzas, aquel que había terminado de destruirme por dentro y me propinó uno de los mayores golpes de mi vida, de los que no pude recuperarme hasta hace un tiempo. Gracias a la ayuda de Cynthia, por cierto… pero ese es otro tema…

 



     Ahí dejé a Jack sentado, mirándome incrédulo, mientras giraba la esquina a la carrera para alcanzarle, pero en aquel callejón…

 



     No había nadie…

 



     Dicen que el primer amor jamás se olvida, ahora me daba cuenta de lo ciertas que eran esas palabras, a pesar de que no le conocí a penas… la impresión que dejó en mí ese chico, fue tan grande que aún después de 3 años, sigo recordando esos ojos, esos labios y esa forma de caminar… como si le hubiera visto alejarse por aquel camino, ayer mismo…

 



     Volví a la mesa de nuevo… dándole vueltas a la cabeza… Mira que era tonta, después de tres años, y en una fiesta de disfraces, seguro que no había sido él y si lo era… a lo mejor fue producto de mi imaginación…
-    Juraría haberle visto… - Comenté entre dientes...
-    ¿A quién, cielo? -  Me preguntó Jack con sorpresa y sin entender nada.

 

-    Un viejo amigo… - Le contesté sumida en mis pensamientos - ¿Qué me decías de Brian?
-    Te decía… que ha terminado el proyecto y que quiere que le demos el visto bueno -  me explicó.
-    ¡Ah si! Me parece genial, así le enseñamos las fotos del viaje – Le animé.

     Nos levantamos de la mesa y me arrastró casi por completo hasta el centro de la plaza que estaba llena de flores moradas, preciosas y…

 



-    Feliz aniversario, Silver -  me dijo Jack dándome un ramo de esas mismas flores de mi color favorito.
-    Oh!!! Es precioso, muchas gracias -  Le contesté entusiasmada.

 



     Y así, tras hacernos alguna fotito más, por la tarde, regresamos a Lacebark para continuar con nuestras vidas…